Encontramos el transporte en autobús mucho más cómodo, y es muy fácil subir y bajar de los autobuses por la puerta central del vehículo.
A pesar de ello, me vi obligada a empujar a algunos pasajeros cuando teníamos que bajar del autobús. De cualquier manera, es perfectamente posible usar el autobús cuando viajas con un bebé, mientras que el metro francamente no es una opción.
Para nosotros fue una grata sorpresa descubrir que el Louvre y el Musée d'Orsay ofrecen acceso prioritario a sus visitantes con bebés en cochecitos. Así que no es necesario comprar la entrada por adelantado- simplemente encuentra las puertas de acceso prioritario en cada museo y el personal de seguridad te dejará pasar sin ningún problema. Esta política de acceso es maravillosa, y la apreciamos aún más cuando estaba lloviendo a cántaros y nuestro bebé estaba protestando.
Navegamos por las aglomeradas salas del Louvre con alguna dificultad porque no hay muchos ascensores (lo cual es comprensible en un edificio histórico) y las masas de visitantes se tomaban su tiempo admirando los cuadros y formando colas para tomar fotografías. En vez de hacernos un selfie, preferimos documentar el primer encuentro de nuestro bebé con Veronese:

Por supuesto, no podíamos dejar el Louvre sin haber introducido a nuestro hijo a la gran obra de Delacroix, La Libertad Guiando al Pueblo:

Cuando visitamos el Musée d'Orsay el día siguiente, nos quedamos encantados al descubrir un museo mucho más fácil de navegar con todos los ascensores necesarios. Éstos se encuentran algo escondidos, lo cual está genial para evitar que los usen aquellos visitantes que no los necesitan. El personal en el Musée d'Orsay fue súper amable y al ser un museo más pequeño que el Louvre, disfrutamos sin problemas de la colección, a pesar del gran número de visitantes. A nuestro bebé le fascinaron los brillantes colores en las obras de Van Gogh:

Respecto a preparar la comida del bebé, no tuvimos ningún problema cuando pedimos en bares y restaurantes si podían por favor calentar el agua destilada que llevábamos para el biberón del bebé, y todo el mundo nos ayudó encantado. ¡En general los parisinos parecen estar enamorados de los niños!
París tiene muchos y bonitos parques y jardines donde descansar y relajarse. Nuestro preferido fue el Jardin du Luxembourg.
Si visitáis París con niños más mayores, de entre 2 y 12 años, no os podéis perder la Cité des Enfants en la Cité des Sciences et de l'Industrie. Es un lugar mágico para introducir a tus hijos al mundo de la ciencia con paneles explicativos en francés, inglés y español.
Para información sobre actividades en familiar en París, nosotros usamos la utilísima Little Goguette, una página web dedicada a informar sobre todos los eventos culturales y ofertas de ocio saludables para las familias. Gracias a ella descubrimos que el Centre Pompidou ofrece una amplia gama de actividades, talleres y exhibiciones para niños. Esto es lo que dice su página web:
'El Centre Pompidou ofrece al público joven —en solitario o acompañado— diferentes exposiciones, talleres y workshops en tres espacios dedicados a descubrir con sensibilidad el arte moderno y la creación contemporánea.
La Galerie des Enfants [galería de los niños] es un espacio de exposición temporal y multidisciplinar en el que los niños, en familia, desarrollan, mediante la observación y la experimentación, su mirada sobre el mundo que les rodea. La Galerie des Enfants ofrece una programación para el público joven que estimula el contacto con la creación y los artistas a un ritmo de dos exposiciones anuales.
El Atelier des Enfants [taller de los niños] es un espacio de reflexión y creación. Los talleres propuestos (para niños de entre 2 y 5 años o de entre 6 y 10 años) son una puerta para que los niños —con el acompañamiento de artistas plásticos— entren y se sumerjan en las obras, mientras crean sus trabajos.
Los más pequeños disfrutarán con las visitas guiadas por narradores, músicos o artistas plásticos que despertarán sus cinco sentidos en un clima que favorece el intercambio y las preguntas.
Por último, el primer domingo de cada mes se celebran los Impromptus en el Atelier des Enfants: una jornada gratuita de puertas abiertas que incita a compartir la creatividad en familia y a tomar parte en las actividades participativas imaginadas por los artistas.'
¡Estamos deseando que nuestro bebé tenga ya 2 años para poder llevarle a alguna de estas actividades!
Si habláis francés, podéis reservar una de las actividades que ofrece el Musée de Cluny, que incluye talleres para padres con bebés. Este museo posee una impresionante colección de arte medieval, y los niños más mayores lo encontrarán fascinante, así que aunque no puedas reservar na de las actividades para familias, recomendamos que visitéis este sensacional lugar.
Si queréis dinamizar vuestra visita al Louvre o al Musée d'Orsay a través de un juego de pistas, reservad con THATLou or THATD'Or (el juego de pistas para este último sólo se ofrece en inglés). A vuestra familia le encantará completar estas búsquedas del tesoro.
Finalmente, para ayudaros a preparar vuestro viaje, a nosotros nos gustó mucho la selección de libros ilustrados que ha realizado Erica en esta página web (en inglés).
Bon voyage!!!
Across Madrid recomienda estos lugares, actividades o páginas web como empresa independiente, y no hay ningún tipo de comisión asociada a nuestra recomendación. Simplemente hemos realizado estas actividades o visitado estos museos ¡y nos han encantado!
© Almudena Cros, Septiembre 2015. Este texto puede ser citado en contexto editorial o en prensa, mencionando siempre la fuente y autor.